Sucios en Campaña

Que juego de palabras. Que dicción. Que inteligencia al servicio de la política. Que pelotudo el título ¿No? Pero no se me ocurre otra forma. Ni me lo tomo con una seriedad que no amerita.

¿Ahora resulta qué nosotros hacemos campaña sucia? PRO se mete en el barro y usa las mismas herramientas que ellos inventaron. Esa es su estrategia. Esa es la apuesta de una velita triste casi totalmente derretida a punto de apagarse, que es la vida útil de Daniel Filmus como candidato potable del Kirchnerismo en la Ciudad.

Es algo triste, tirado de los pelos, un manotazo de ahogado. Y así y todo es típico. El Kirchnerismo nunca negó toda la basura sobre la que construyen su aparato de poder. Si no que, ante los ataques, responden que nosotros somos iguales. Nunca vas a escucharlos decir que son honestos, trabajadores, preparados. Te dicen, ustedes son iguales, ustedes no son la nueva política. Así de básicos son, y así les va.

La Juventud Maravillosa que no fue

El mensaje es claro. Perón los echó de la plaza, Cristina los volvió a convocar. O eso nos quieren vender. El renacer de la participación política, de las masas jóvenes autoconvocadas volcadas a un movimiento nacional y popular que está revolucionando el país.

Poco, casi nada, se vio de eso en las elecciones del último domingo en la Ciudad. Para los que no saben, no me conocen, o piensan que soy un fake más de la twitosfera, les comento que soy un militante macrista. En resumen, para no aburrir, empecé a militar en la UBA Derecho a mis 19 años, y en un mes cumplo 6 años en este partido. Pasé de volantero a apoderado de la agrupación en la facultad, a Secretario de Política Universitaria de la juventud, Delegado de la FUBA, Secretario de Deporte y de Relaciones Obrero Estudiantil de mi facultad, entre otros.

Ese aburrido e inútil resumen de mi militancia lo hice solo para legitimar mi opinión, mi postura sobre un relato magníficamente construido del Kirchnerismo sobre una militancia que no existe.

Si hay miseria que NO se vote!

Me tomé un tiempo para volver a escribir. El eje de lo que pienso de la oposición se ve clarito en las dos primeras entradas. Pero ahora, sin tiempo y a las corridas, me siento un par de minutos a escribir algo que tengo atragantado y que no tolero más.

Estoy hasta las PELOTAS con las mezquindades de algunos referentes políticos con el afán de llevar agua para su molino, de revertir una elección que se les va de las manos por su inoperancia, su falta de credibilidad y sus prontuarios.

Cerruti – y los “progres”

Progresismo Porteño. ¿Por qué esas dos palabras juntas dicen tanto? No soy politólogo, no esperen un análisis profundo etimológico de lo que significa ser “progresista”.

El progresismo porteño no habla de ideas, habla de personas. No tiene ideología ni principios, tiene caras conocidas como Ibarra, Telerman, Cerruti, sus secuaces y cómplices.

Progresismo debería implicar evolución, desarrollo, crecimiento económico, pero acompañado de conciencia de clase, de desarrollo social, de cultura.

Googlealo boludo!!! Filmus - Ibarra

Lo bueno de las nuevas tecnologías y el avance de internet sobre la vida privada de todas las personas es que para hacer archivo de los candidatos, estas a un google de distancia.

Si te ponés a googlear un rato, vas a encontrar algunos datos curiosos.

El 1er ejemplo y quizás el más llamativo es el juego de roles de Ibarra y Filmus. En 1991 Ibarra era un joven Concejal que se hizo famoso por denunciar la corrupción de la Secretaría de Educación de la Ciudad, a cargo de Daniel Filmus, luego del patético proyecto de Escuela Shopping, votado en la madrugada del 30 de diciembre. De esta forma regalaron partes de una escuela histórica a unos cuantos comerciantes para que cerraran aulas para poner locales a la calle.