Aníbal Fernández, Moreno, De Vido, Kicillof, Abal Medina, La
Cámpora. La sensación generalizada de que el principal enemigo de Cristina es
su propio equipo. Si se lo puede llamar equipo.
Una suma de personajes incomunicados entre sí, arrogantes,
prepotentes. Seres que asumieron que todo vale en nombre de la revolución. Que
en el camino a dicha revolución debían cuidar sus espaldas, sus cuellos y por
sobre todo sus bolsillos. Y así, de a poquito y sin planearlo, nació el diario
de cristina.
Cristina está mal asesorada. Por el nivel y la experiencia
de los personajes antes mencionados podemos suponer que el mal asesoramiento no
parte de falta de capacidad sino de intereses distintos al de la presidenta.
El juego de Cristina debe ser llevar a buen puerto los dos
años de gestión que le quedan. Reforzar una imagen de estadista, pero con
conciencia social. De política, pero al servicio de los intereses de las
mayorías postergadas y no de las grandes corporaciones. El juego de Cristina es
entregar por las buenas la banda presidencial en 2015 para volver a la
presidencia en 2019.
Para lograrlo se deben dar dos hechos indispensables. Que el
próximo gobierno fracase, y que ese fracaso sea por alguno de sus opositores. A
diferencia de Menem, que el fracaso de la próxima presidencia no sea atribuible
a errores de la gestión anterior.
De las presidenciables, el único con chances reales sin ser
continuidad del modelo es Mauricio Macri. Y por más descabellada que suene esta
estrategia, cada vez que Cristina lo ataca, pareciera que adhiere al plan, lo
impone como el referente de la oposición, aunque sea segundo después de Clarín
y Lanata.
Lo que definitivamente le falta al plan, pata indispensable
para sostener esta idea, es llevar a buen puerto sus últimos dos años de
gestión.
Es un error garrafal enajenarse, radicalizar el discurso, ir
por todo. Un error que pagará caro en la clase media, en los grandes centros
urbanos donde el voto no se compra tan fácil. Porque sus políticas de derechos
humanos pueden fallar en Formosa, pero no puede olvidar que casi la mitad del
electorado se encuentra en el Gran Buenos Aires.
Solo unos pocos gestos le harían falta para reconciliarse,
para volver a ser la voz de los jóvenes, de los universitarios, de los que
sueñan con un país mejor. Aquí con humildad y total desinterés le proponemos
algunos:
Democratizar canal 7
Cerrar 678, echar a sus panelistas y rescindir cualquier
contrato con Gvirtz. Invitar al canal a todos los grandes de la comunicación
sin importar si aceptan o no. A Lanata, Longobardi, Tinelli, Susana Gimenez,
Mirta Legrand, etc. Los paladines de la cultura del modelo no pueden seguir
siendo Florencia Peña e Ignacio Copani.
Limpiar el Indec
Empezar por echar a moreno y ordenar las estadísticas. Una vez
ordenado el sistema de finanzas podrán tomar deuda en el exterior a tasas mucho
menores a las que pagamos nuestra deuda a Venezuela.
Echar a La Cámpora
Sacar a los referentes de la juventud kirchnerista de los
cargos de gestión que tan grande les quedan. Aerolíneas, Intercargo, Ministerio
de Justicia, Ministerio de Economía. Poner a la gente que sabe, con experiencia
y honesta a laburar en esos 4 o 5 lugares clave de la gestión y del relato.
Es decir, para que Cristina reacciones, reordene y llegue a
buen puerto con chances de volver 4 años más tarde, tendría que dejar de ser
ella. Tendría que dejar de hacer todo lo que la vuelve lo que es. Tendría que
terminar con la confrontación y con la corrupción que ensuciaron para siempre
este modelo. Parece imposible. Por todo lo que hicieron en esta década
saqueada, seguramente lo sea.
Nicolás, te escribo esto con una sensación alarmante que me atrapa cada vez que leo un escrito tuyo. Siendo que sos una de las voces públicas más notorias de la Juventud PRO, te ruego, por el bien de tu partido y del sistema democrático en general, que te esfuerces un poco más ¿A qué me refiero con esfuerces? Me refiero a que te tomés el trabajo de argumentar con mayor solidez, sin caer en descalificaciones y en frases hechas. Si considerás, como lo hacemos muchos jóvenes que adherimos al proyecto kirchnerista, que la juventud es la encargada de dar el salto cualitativo en lo que a debate refiere, no lo estás demostrando en tus semanales apreciaciones sobre nuestro país. Por suerte,apareció Robledo, otro referente de la Juventud PRO que intenta debatir sin clichés, y que, por lo que se percibió en sus exposiciones, te lleva años luz de ventaja. Tomá esto como una chicana, una burla o un consejo, da igual. Lo importante es que las nuevas generaciones aportemos algo novedoso, diferente, creativo y superador, no una sarta de incongruencias ideadas después de ver el programa de Lananta. Saludo, de todas formas, que estés involucrado y tengás, según tu lógica, voluntad de transformar el país en el que vivimos.
ResponderEliminar@FrancoCeMontali